Instalación de calefacción con válvulas termostáticas
Artículos Técnicos

Las válvulas termostáticas en las instalaciones de calefacción

Mié, 18/01/2023 - 17:19

Las válvulas termostáticas y sus correspondientes cabezales termostáticos son un componente fundamental en las instalaciones de calefacción ya que permiten regular correctamente los radiadores y garantizan que las calderas de gas de condensación funcionen de la manera más eficiente.

La sustitución de una caldera ineficiente por una caldera de condensación de alta modulación es una óptima medida para mejorar el rendimiento de una instalación de calefacción doméstica de gas, pero siempre y cuando funcione en modo condensación el máximo tiempo posible. Y para conseguirlo, es de vital importancia la regulación de los radiadores mediante este tipo de dispositivos.

La condensación en las calderas de gas no depende del tipo de emisor, ni de la temperatura de impulsión del agua. Fundamentalmente depende de la temperatura de retorno del agua a la caldera tras pasar por el circuito de calefacción. Y para controlarla, lo más indicado es disponer en cada radiador de válvulas termostáticas y sus respectivos cabezales termostáticos, capaces de regular el caudal de agua y, por tanto, su temperatura de retorno.

La temperatura de rocío del gas natural o, lo que es lo mismo, a la que empieza a condensarse, es de 55 ºC y la del propano, de 58 ºC. En este artículo te contamos cómo bajar de esas temperaturas de retorno en una instalación con radiadores mediante su regulación y el correcto equilibrado del sistema.

 

Válvulas termostáticas para reducir la temperatura de retorno

Una válvula de radiador manual mantiene el caudal constante y, por tanto, la temperatura de retorno alta. En cambio, con una válvula termostatizable y su cabezal termostático se reduce el caudal cuando la temperatura ambiente alcanza el valor deseado, lo que da como resultado una temperatura de retorno más baja y, por tanto, un funcionamiento de la caldera en modo condensación durante mucho más tiempo.

"Gráfico funcionamiento válvulas termostáticas"

Como se puede apreciar en el ejemplo, el agua entra en ambos radiadores a 70 grados. En la primera imagen tenemos un caudal (Q) mayor (115 l/h) y la temperatura de retorno es de 60 ºC. Sin embargo, en la segunda imagen, con menos de la mitad del caudal (50 l/h), el agua llega a enfriarse más en el circuito interno del radiador y la temperatura de retorno alcanzada (50 ºC) permite la condensación de la caldera. Por otra parte, el cambio de potencia no es significativo.

"grafico emisiones válvulas termostatizables"

En el gráfico se ve que un radiador al que entra el 100 % del caudal (Q), genera un 100% de emisiones de calor. Si reducimos el caudal al 50%, el radiador aún emitirá más del 80 %. Por lo tanto, reducir el caudal del radiador, sin necesidad de incrementar el número de bombas en la instalación, hará que baje la temperatura de retorno sin tener una disminución apreciable de la potencia.

En definitiva, controlando el caudal en el radiador reduciremos el gasto de bombeo, haremos condensar a la caldera y mantendremos una emisión confortable. No obstante, recuerda que, al bajar el caudal de los radiadores, la caldera tiene que trabajar a baja potencia y para eso, necesitaremos un equipo de condensación con un alto rango de modulación.

 

Ventajas de las válvulas termostáticas y los cabezales termostáticos

Técnicamente, una instalación equilibrada y equipada con válvulas termostáticas y con cabezales de control de temperatura, nos reportará múltiples ventajas que, en definitiva, contribuirán al ahorro energético de la instalación.

  • Evitan el funcionamiento de los radiadores cuando no es necesario, proporcionando unos ahorros energéticos de hasta el 25%.
  • Se puede tener control sobre la temperatura de cada estancia y que se mantenga estable.
  • Aumentan el rendimiento de la caldera. Se pierde menos calor durante la distribución, por lo que la caldera funcionará mejor.
  • Incrementan la vida útil de la caldera, ya que se reduce el número de arranques y paradas.
  • Eliminan ruidos molestos.
  • Contribuyen a mejorar la clasificación energética de la vivienda.

Hay que tener en cuenta que en España siguen existiendo muchas instalaciones que incorporan válvulas termostatizables, pero que no cuentan con su correspondiente cabezal termostático, lo que invalida la función de control de temperatura y reduce la eficiencia del sistema de calefacción.

Los cabezales termostáticos pueden ser mecánicos, en los que la temperatura se modifica de forma manual en el propio dispositivo, pero también tenemos la opción de instalar cabezales termostáticos electrónicos, que permitirán programar la temperatura con una mayor precisión y desde una app móvil.

Actualmente la normativa establece que, siempre que sea viable técnica y económicamente, todos los edificios nuevos deben estar equipados con dispositivos que regulen la temperatura ambiente de cada estancia. Y en los edificios ya existentes, se exige la instalación de este tipo de dispositivos cuando se sustituya el generador de calor, por ejemplo, la caldera.

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